Comienza un nuevo proyecto en La Florida, Colombia para mejorar el acueducto y fortalecer a las comunidades: «Alimentos sanos y agua para la vida»,
Durante julio y agosto, el proyecto impulsado por ASAD y AGROECONUR implementó acciones clave en la vereda San Francisco, en el municipio de La Florida (Nariño), orientadas al acceso al agua, la soberanía alimentaria y la agroecología
El proyecto «Alimentos sanos y agua para la vida», ejecutado por ASAD y AGROECONUR, con el apoyo financiero de la Diputación de Granada, continúa desarrollándose en las veredas del municipio de La Florida, Nariño. En los meses de julio y agosto se consolidó la segunda fase del proceso con un conjunto de actividades centradas en el mejoramiento del acueducto comunitario, la capacitación técnica y la ampliación de iniciativas agroecológicas que fortalecen la soberanía alimentaria local.
En primer lugar, el 26 de julio tuvo lugar una reunión comunitaria en la escuela San Francisco Alto, donde se compartieron los avances alcanzados hasta el momento y se discutieron colectivamente las prioridades para intervenir el sistema de abastecimiento de agua. Este encuentro marcó el punto de partida de una nueva etapa del proyecto, caracterizada por la participación activa de la junta del acueducto y de personas beneficiarias del proceso.
Posteriormente, el 20 de agosto, se realizó un recorrido técnico con representantes de la junta del acueducto y miembros de la comunidad, con el objetivo de identificar los puntos más críticos del sistema. Durante la jornada se inspeccionaron infraestructuras clave como la caja desarenadora de la vereda Las Plazuelas y la cámara Los Jaramillos. A partir de este diagnóstico, se priorizó el cambio de válvulas, la instalación de ventosas y la reparación de tapas de registro que presentaban deterioro.
Entre los hallazgos más relevantes se encuentra la propuesta de conectar un nuevo afluente, conocido como «LaCuyera», al sistema principal del acueducto. Esta iniciativa, surgida desde la comunidad y ya aprobada por Corponariño —autoridad ambiental de la región—, contempla la instalación de 120 metros de tubería. La incorporación de esta nueva fuente permitiría aliviar los problemas de racionamiento de agua que se presentan durante la temporada seca, una demanda histórica de la población que comienza a ser atendida en esta segunda fase del proyecto.
Además de las intervenciones en infraestructura, se llevaron a cabo acciones de formación orientadas al fortalecimiento de capacidades comunitarias. Así, los días 9 y 16 de agosto se desarrollaron sesiones de capacitación en la escuela de San Francisco, dirigidas tanto a las personas que integran la junta del acueducto como a los fontaneros de la comunidad. Estos espacios estuvieron orientados a mejorar la gestión del sistema de agua, promoviendo una administración más participativa, eficiente y transparente.
Durante las jornadas, también se propuso ofrecer formación en informática básica, con el fin de facilitar el manejo de documentos y procesos administrativos por parte de quienes desempeñan funciones de liderazgo comunitario en la gestión del acueducto.
Por otro lado, en el componente de agroecología y soberanía alimentaria, se continúa con el acompañamiento a las 30 personas (15 mujeres y 15 hombres) que ya han venido trabajando en la implementación de huertas familiares. En esta nueva etapa, se están realizando visitas domiciliarias para valorar la mejor manera de introducir tecnologías de saneamiento de agua como vermifiltros o biofiltros, adaptadas a las condiciones de cada hogar.
De este modo, el proyecto «Alimentos sanos y agua para la vida» reafirma su compromiso con un enfoque de desarrollo integral, donde el acceso a agua segura, la producción agroecológica y la formación técnica comunitaria se articulan para contribuir a la sostenibilidad del territorio y a la autonomía de sus habitantes.
