Los pasados días 17 y 18 de octubre, se celebró la primera edición internacional del Congreso «Ciencias Sociales y Humanidades Digitales: Cooperación, Culturas, Sociedades y Procesos Africanos de Digitalización al Sur del Sahara», enmarcado dentro del proyecto de Fortalecimiento de la calidad de la enseñanza en el archipiélago Bijagós, en Guinea Bissau”, financiado por ​​la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).

El acto fue organizado por la Universidad de Granada con el objetivo de contribuir a la cooperación con África en términos de respeto a las culturas, conocimientos y decisiones de los pueblos africanos. Eusebia y Florinda, dos agricultoras-comerciantes de la isla de Bubaque, en Guinea Bissau, han participado en representación de dos asociaciones de mujeres con las que ASAD trabaja. Sus intervenciones se han centrado en sus historias de vida diaria y su relación con la tecnología. 

Florinda, de la asociación Atingo lakanto (que en Bijagós significa “Nosotras las mujeres”) abrió su discurso contextualizando de dónde viene y quién es: viene de una isla que se llama Bubaque, que es una mujer casada, horticultora, profesora de enseñanza básica, madre de tres hijos y vendedora de ropa. 

Explicó que las mujeres de esta asociación son batalladoras y agradeció a la asociación ASAD, en nombre de todas las mujeres, el hecho de que cuenten con ellas para los proyectos de alfabetización y transformación de alimentos.

Su vida diaria tiene mucha actividad. Tiene que encargarse de las tareas relacionadas con la maternidad y el hogar, y compaginarlo con el trabajo y la producción en la huerta. 

El teléfono móvil lo utiliza para muchísimas cosas, entre las que está desde hablar con la familia o, amigos como para el envío de dinero con la aplicación correspondiente y para el envío de fotografías de los productos de venta a clientes como los hoteles turísticos o los propios habitantes de la isla.  

Eusebia, en cambio, comenta que no tiene teléfono inteligente actualmente. Tiene seis hijos, muchas bocas que alimentar sumado a las tasas de los  colegios,  siendo esto lo que le impide ahorrar para adquirir uno. Aún así  cuenta que sabe todas las ventajas que se pueden obtener a través de la tecnología. Ella es de la asociación de mujeres “No junta mao”, que traducido del creole significa, “Juntamos nuestras manos”

Desde ASAD queremos agradecerles la puesta en común de su perspectiva en este congreso mostrándonos la importancia y el lugar que ocupa la tecnología en su vida diaria.