Este ciclo de emprendimiento e innovación es el que congrega el mayor número de inscripciones y asistencia de mujeres, siendo el 70 % de la clase.


El año escolar también se está acabando en Bubaque, y el alumnado del curso de emprendimiento e innovación realizó una de sus ultimas prácticas, consistiendo en que el aula fue dividida en 4 grupos y su misión fue identificar e investigar, en cada uno de los locales previamente propuestos, cuáles seríancostos fijos, costos variables, costos semivariables. 

La actividad se llevó a cabo en las inmediaciones del mercado Caracol, situado en la zona urbana y sus alrededores, donde se concentran los núcleos de comercio y por tanto, donde más comerciantes y empresas existen. Los locales seleccionados fueron tres. La tienda de alimentación de Panseo, el horno de pan de Pedro López y la casa de la señora Quinta donde elaboran su producto y  explicaron y atendieron dudas. Tras la investigación, se trabajó en equipo para finalmente realizar un vídeo resumen identificando cada uno de los lugares visitados y las conclusiones obtenidas. 

 

El alumnado de agropecuaria nos revelan el secreto de las recetas de sus zumos.


Comienza una nueva asignatura en agropecuaria, la Transformación biológica de alimentos. Fuimos invitadas a las prácticas de la transformación del mango para la realización de zumo, compota y mermelada, todo ello con procesos naturales. Y es que en esta Isla de Bubaque, los árboles de mango son un regalo de la tierra y crecen por todas partes, como dicen en kriole

“a manga de mangos li, na Ilha de Bubaque ”

Conoce como es el proceso para crear estos zumos.

Primeramente, se hace la recolección de mangos. Hay que seleccionar los que estén maduros para que aporten el sabor y textura óptimas para cada uno de los procesos de zumo, compota y mermelada. Una vez seleccionados, se lavan, se pelan, se cortan y se pesan. 

Para la preparación de zumo, los mangos utilizados son los que tienen color tirando a rojo. Por cada kilo de mango se añade la mitad del volumen que ocupan en agua y se pone a hervir. Una vez hervido, se extrae la pulpa, nuevamente se pesa. Por cada kilo de pulpa se pone 5 litros de agua, se cuela y se añade azúcar al gusto, siempre teniendo en cuenta no utilizar demasiado para cuidar la salud.

Para los otros dos procesos, los mangos deben estar en otro punto de maduración y no deben llegar a rojo, sino ser amarillo. La proporción para mermelada es de 1 kilo de mango, un cuarto litro de agua con limón y azúcar al gusto. Esta mezcla hervirá durante 30 minutos. 

Para compota, serán 5 kilos de mango cortado en gajos, 2 litros de agua y medio kilo de azúcar. Los recipientes que utilizan son de cristal y provienen de otros usos, para así evitar generar residuos. Estos se seleccionan cuidadosamente para que tanto el recipiente como la tapa estén en buen estado. Se esterilizan durante 15 minutos a fuego para después rellenarlos con el producto y volverlos a hervir “a baño maría” introduciendo un saco para evitar que se rompan durante la cocción. 

El tiempo de esta última cocción, la pasteurización, dependerá de la durabilidad deseada del producto final, 30 minutos para seis meses y 1 hora para un año. Y ahora sí, ya solo queda disfrutar del sabor de la producción conseguida. 

Ambas formaciones se enmarcan en el proyecto de “Fortalecimiento de la calidad de la enseñanza en el archipiélago Bijagós, en Guinea Bissau” financiado por ​​Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID)