La salud menstrual sigue siendo una cuestión de salud pública y dignidad humana que afecta profundamente a la vida de miles de mujeres y niñas en Guinea Bissau, especialmente en las zonas rurales, donde el acceso a la información, los productos menstruales y las infraestructuras adecuadas es extremadamente limitado.

Menos del 30 % de las adolescentes reciben información adecuada sobre la menstruación antes de su primera menstruación, y más del 70 % de las mujeres de las zonas rurales de Guinea Bissau no tienen acceso regular a productos menstruales.

Según Djamila, comadrona del Centro de Salud de Bafatá, el problema comienza en el hogar:
«La falta de explicación por parte de las madres a sus hijas es un tabú. Las niñas necesitan conocer su ciclo menstrual para evitar consecuencias futuras».

Djamila destaca que la menstruación se confunde a menudo con una condición anormal, como si fuera una enfermedad.

Además de desmitificar, Djamila refuerza la necesidad de medidas concretas: «Hago un llamamiento a las ONG y al Estado de Guinea-Bissau para que incluyan la educación menstrual en el plan de estudios escolar. Esto puede ayudar a reducir los casos de embarazos precoces no deseados, infecciones y malos olores. Es importante mantener la higiene durante el periodo menstrual».

En el interior del país, muchas mujeres se enfrentan a dificultades diarias durante el periodo menstrual, como la falta de compresas adecuadas, la ausencia de baños seguros y privados, el estigma social y el escaso conocimiento sobre prácticas de higiene seguras. Estos obstáculos tienen consecuencias directas en la asistencia escolar, la participación económica y el bienestar psicológico de las mujeres, perpetuando ciclos de exclusión y desigualdad. Según datos oficiales, en 2018, una de cada diez jóvenes de entre 15 y 19 años declaró no participar en actividades sociales, escolares o laborales debido a la menstruación.

Además, la mayoría de las escuelas del país (66 %) no disponen de agua y jabón en los cubículos de los baños de las niñas.

Para Aissatusinho Sidibé, periodista y jefa de redacción de Radio Mulher Bafatá, el tabú que rodea el tema es uno de los principales obstáculos para la educación y la libertad de las niñas, y deja un mensaje de empoderamiento: «Hago un llamamiento a las mujeres guineanas, especialmente a las de las zonas rurales, para que desafíen las barreras, se sientan cómodas durante el ciclo menstrual y sepan utilizar correctamente las compresas o los protectores con mayor cuidado higiénico».

Vardineia Semedo, coordinadora de la Red Alumni, alerta sobre las limitaciones del enfoque educativo actual: «La educación en Guinea Bissau aborda la higiene menstrual de forma muy limitada. Las ONG deben reforzar la sensibilización en las comunidades rurales sobre este tema».

Reconociendo la urgencia y la sensibilidad del tema, ASAD prevé integrar la salud menstrual en sus acciones de sensibilización y empoderamiento comunitario, especialmente en el marco de sus intervenciones en las regiones de Bafatá y Gabú.

A través de sesiones educativas, formaciones con grupos de mujeres y jóvenes, y la distribución de información accesible y culturalmente sensible, ASAD pretende romper el silencio en torno a la menstruación, promoviendo el conocimiento y el respeto por los derechos de las mujeres, la salud y la higiene.

Estas iniciativas tienen como objetivo desmontar tabúes y reforzar el apoyo comunitario a las mujeres y las niñas.
A pesar de los avances logrados, los retos siguen siendo importantes. Se necesita un esfuerzo continuo, coordinado y sostenido por parte de las organizaciones de la sociedad civil, las autoridades públicas y los socios internacionales.

ASAD reitera su compromiso de contribuir a soluciones duraderas e inclusivas que garanticen que todas las mujeres y niñas de Guinea Bissau puedan vivir su menstruación con dignidad, seguridad y libertad.