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El año concluyó con un hito importante en Chimaltenango: el lanzamiento oficial de la campaña de comunicación del proyecto “Mejorar la prevención y la atención de la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas, agudizada por el COVID-19, en el departamento de Chimaltenango mediante el refuerzo del CAIMUS y las capacidades comunitarias e institucionales“. Donde a través de un proceso participativo, se elaboró la campaña, realizando el diseño y construcción de la misma, bajo el lema “En Chimaltenango denunciamos la violencia contra las mujeres”

La Plaza Cívica de la municipalidad de Chimaltenango fue el escenario donde se llevó a cabo el lanzamiento el lunes 12 de diciembre. Durante el evento, se distribuyeron afiches, stickers y volantes a instituciones clave como la Policía Nacional Civil (PNC), la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI), la Dirección Municipal de la Mujer (DMM), así como a la población en general. El propósito era claro: sensibilizar y prevenir la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes.

La campaña, que incluye estrategias de sensibilización para difundir tanto en redes sociales, medios digitales como en espacios físicos, tiene un enfoque bilingüe en español y kaqchikel para llegar a toda la población del departamento de Chimaltenango. El énfasis recae en romper el silencio en torno a la violencia de género, desestigmatizar a las sobrevivientes y posicionar la violencia de género como una vulneración de derechos fundamentales.

Con el respaldo de las compañeras de ASOGEN, se formó un equipo sólido para distribuir y difundir los mensajes de la campaña; destacando el mensaje desde un enfoque positivo y reivindicativo: llamados a denunciar la violencia y a hacer de Chimaltenango un lugar seguro para todas las mujeres.

Es fundamental destacar que los mensajes clave y el contenido de esta campaña plurilingüe se definieron de manera participativa en un taller presencial a finales de octubre. En este espacio de intercambio, representantes del Ministerio de Educación, la UPCV, la policía de Chimaltenango, DEMI y SEPREM, así como docentes de centros educativos, promotoras y comadronas del proyecto, colaboraron para asegurar una perspectiva integral y diversa.

Posteriormente, estos mensajes fueron validados en un segundo taller virtual, desde el cual se diseñaron los diferentes materiales y mensajes en redes sociales como: “En Chimaltenango, rompemos el silencio y alzamos nuestras voces” o “La violencia contra las mujeres no tiene lugar en nuestro departamento. ¡Denuncia y hagamos de nuestro territorio un lugar seguro para todas!”, acompañados de hashtags tan poderosos como #alzalavoz #25N #noestassola #yositecreo #niunamenos.

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Esta campaña es un paso crucial hacia la construcción de un Chimaltenango libre de violencia de género. La participación activa de diversas instituciones y comunidades refuerza la importancia de un enfoque colaborativo en la lucha por la igualdad y el respeto a los derechos fundamentales de todas las personas.

El proyecto “Mejorar la prevención y la atención de la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas, agudizada por el covid-19, en el departamento de Chimaltenango mediante el refuerzo del CAIMUS y las capacidades comunitarias e institucionales” sigue avanzando en Chimaltenango con nuestra contraparte la Asociación Generando, Equidad, Liderazgo y Oportunidades (ASOGEN) y con el apoyo financiero de la AACID (Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo).

En el mes de julio comenzaron con los talleres para la radionovela con la Asociación Artístico Cultural “Las Poderosas”, en donde se han realizado 3 talleres con un grupo intergeneracional integrado por mujeres y adolescentes sobrevivientes de violencia de género, enfocadas a la investigación, creación de contenidos y con la preparación actoral a través de técnicas de movimiento básicas para entender la relación entre el cuerpo y voz y comprender las  diferentes situaciones y su relación con los personajes. En las siguientes sesiones, continuaran aprendiendo nuevas técnicas de interpretación y prepararan los guiones para la grabación de la radionovela en las sedes de varias radios comunitarias. El objetivo de estos talleres es sensibilizar a la sociedad y promover a las instituciones que trabajan en contra de la violencia hacia las mujeres, las adolescentes y las niñas del departamento de Chimaltenango. Además, es un taller de comunicación con métodos participativos, lo que ha generado un espacio seguro entre las mismas mujeres participantes. 

Por otro lado, en el marco del resultado 2, han continuado los talleres de capacitación a alumnado de 6 centros educativos, los cuales finalizarán en el mes de agosto. Los centros en los que se impartieron los talleres son: Aldea Estancia de la Virgen y Aníbal Alburez en San Martín Jilotequepe;  Pedro Molina y ENEF en Chimaltenango y en los centros Aldea Paraxquin y Aldea Xecoxol en Tecpán. Tanto en Estancia de la Virgen como Paraxquin y Xecoxol ya han finalizado los 6 módulos previstos, cuyo último taller se ha trabajado por separado con los chicos y chicas ya que estaba centrado en los cambios de cuerpo, género y sexo. De esta manera, se genera un espacio de intercambio entre los y las más jóvenes seguro.

En dichas jornadas se ha identificado la importancia de seguir formando y sensibilizando a las y los adolescentes sobre la prevención de la violencia contra las mujeres, de la masculinidad hegemónica, las masculinidades y de los derechos sexuales y reproductivos. Además, se ha observado que existe mucha desinformación entre jóvenes, con poco acceso a una información verídica que fortalezca sus conocimientos, y sobre todo, en las áreas rurales en dónde el reto ha sido mayor, debido a que hay más tabú y desinformación. 

Por otro lado, se clausuró en el mes de julio el proceso de formación con las promotoras de San Martín Jilotepeque, también dentro del Resultado 2, en la que conformó y puso en funcionamiento una red de promotoras comunitarias a través de un proceso de fortalecimiento de capacidades en detección y primera atención de la violencia de género. En el proceso participaron 7 promotoras y como parte de sus coordinaciones y compromiso de replicar lo aprendido, gestionaron un espacio en un centro educativo de la comunidad de Sacalá, en donde se habló sobre la autoestima y los tipos de violencia contra las mujeres, haciendo énfasis en la violencia sexual. La actividad fue muy significativa para ellas y para el alumnado que recibió a las promotoras con mucha calidez.

El proyecto “Mejorar la prevención y la atención de la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas, agudizada por el covid-19, en el departamento de Chimaltenango mediante el refuerzo del CAIMUS y las capacidades comunitarias e institucionales” sigue avanzando en Chimaltenango con nuestra contraparte la Asociación Generando, Equidad, Liderazgo y Oportunidades (ASOGEN) y con el apoyo financiero de la AACID (Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo).

En un esfuerzo por promover entornos educativos seguros y libres de violencia, el mes de junio marcó importantes avances en el proyecto formativo implementado en seis centros educativos de Chimaltenango. El programa, dirigido tanto a docentes como a estudiantes y promotoras comunitarias, ha generado un impacto positivo al proporcionar herramientas y conocimientos para prevenir y abordar la violencia de género desde una perspectiva educativa.

El proceso formativo con las y los docentes de los seis centros educativos llegó a su conclusión en junio, dejando un sentimiento generalizado de satisfacción entre los participantes. Los y las docentes expresaron su gratitud hacia el proyecto, que les brindó información y herramientas fundamentales para abordar la violencia de género en el entorno educativo. Durante la última fase del programa, se analizó el protocolo de prevención de violencia del Ministerio de Educación, como una actividad previa a la creación de los planes de centro.

Uno de los aspectos más destacados señalados por los docentes fue la transformación de sus propias conductas. Gracias a los talleres, lograron identificar y cambiar ciertos comportamientos que anteriormente consideraban normales, pero que ahora reconocen como perjudiciales. Este cambio se atribuye al conocimiento adquirido sobre las nuevas masculinidades, que ha generado un impacto positivo en su enfoque hacia la prevención de la violencia de género.

Simultáneamente, el proyecto inició el proceso formativo con los y las estudiantes de los seis centros educativos: Escuela Normal Rural Pedro Molina, Escuela Normal de Educación Física, Instituto Anibal Alburez Roca, INEB Estanacia de la Virge, INEB Paraxquin e INEB Xecoxol. Utilizando una metodología lúdica y con enfoque de género, se invitó a las y los estudiantes a reflexionar y analizar la autoestima. Este tema ha sido el punto de partida para una serie de seis talleres planificados en el programa.

La participación activa de los y las estudiantes en estos talleres ha sido clave para fomentar un ambiente de respeto y comprensión mutua en las aulas. Mediante la promoción de la autoestima y la sensibilización sobre la importancia de las relaciones saludables, se espera que los estudiantes se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades y promuevan la no violencia como un valor fundamental.

Por otra parte, el proyecto también ha impactado positivamente en el municipio de Tecpán, donde se llevó a cabo la formación de promotoras comunitarias para la prevención de la violencia. Tras finalizar el proceso formativo, las promotoras manifestaron su satisfacción y gratitud por esta iniciativa. El proyecto les ha brindado una nueva perspectiva, permitiéndoles conectar con otras mujeres y, lo más importante, les ha brindado un espacio para hablar abiertamente sobre la violencia.

Estas promotoras se sienten capacitadas para orientar y apoyar a otras mujeres, siendo una de las promotoras compartió su propia experiencia al decir:

“Yo he sufrido violencia con mi marido, pero ahora le digo que ya sé dónde puedo denunciarlo si me vuelve a hacer daño. Conozco a ASOGEN y puedo pedir apoyo si algo me sucede”.

Esta declaración refleja el impacto tangible que el proyecto ha tenido en la vida de las promotoras, brindándoles seguridad y recursos para enfrentar situaciones de violencia.

El proyecto “Mejorar la prevención y la atención de la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas, agudizada por el covid-19, en el departamento de Chimaltenango mediante el refuerzo del CAIMUS y las capacidades comunitarias e institucionales” sigue avanzando en Chimaltenango con nuestra contraparte la Asociación Generando, Equidad, Liderazgo y Oportunidades (ASOGEN) y con el apoyo financiero de la AACID (Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo).

Como anticipábamos en una noticia anterior, desde abril, en el marco del proyecto, ha comenzado un proceso de fortalecimiento de capacidades en 6 centros educativos ubicados en áreas rurales, semiurbanas y urbanas de los municipios de Chimaltenango, Tecpán y San Martín Jilotepeque. Esta actividad se enmarca en el resultado 2 del proyecto, a través del cual se están incrementando los mecanismos de prevención, detección y atención de la violencia en contra de niñas, adolescentes y mujeres en los entornos socioeducativos y comunitarios de los municipios mencionados en el departamento de Chimaltenango.

Tras la realización de un diagnóstico que permitió trazar el diseño metodológico del proceso de fortalecimiento de capacidades, se ha comenzado a trabajar semanalmente a través de talleres participativos con el personal docente y de supervisión educativa de los municipios mencionados. A través de este proceso, se están trabajando estos/as titulares de obligaciones para incrementar sus conocimientos en estrategias para la prevención y detección de la violencia, así como sobre aplicación y activación de los protocolos de denuncia de la violencia en contra de niñez y adolescencia.

Con este proceso de fortalecimiento de capacidades, en el que están participando más de 50 docentes de los municipios de intervención se está contribuyendo también a que las escuelas comiencen o vuelvan a ser espacios seguros en los cuáles las adolescentes se sientan seguras/as y puedan confiar y encontrar respuestas y apoyo cuando sufren ellas y/o sus madres sufren violencia. Una vez que este proceso concluya, se comenzará a trabajar con las y los docentes formados para implementar un proceso formativo con 120 adolescentes, alumnado de estos centros educativos, centrados en DDSSRR, nuevas masculinidades, prevención de la violencia así como acceso a rutas de atención y denuncia.

Es importante destacar de este proceso, la implicación de titulares de responsabilidades y obligaciones y, muy específicamente, de la Dirección Departamental de Educación en Chimaltenango.

En el marco del proyecto “Junam/Juntas:Autonomía y atención Integral para vidas libres de violencia de mujeres indígenas y mestizas de Chimaltenango con el CAIMUS“, ejecutado por ASAD y ASOGEN y financiado por AECID, se está llevando a cabo una importante labor para contribuir al logro de vidas libres de violencia para mujeres en esta región.

En el marco del resultado 2 del proyecto, las mujeres chimaltecas están fortaleciendo sus capacidades, derechos y oportunidades para lograr la autonomía económica. Para ello, se ha planificado la formación de 100 mujeres provenientes de los municipios de Chimaltenango, Patzún, Tecpán y San Andrés Itzapa.

Estas mujeres participarán en un completo programa de capacitación, que consta de 3 módulos y 10 talleres. Cada organización involucrada seleccionará a 20 mujeres, quienes recibirán formación en derechos, educación financiera y marketing para la creación o reactivación de iniciativas económicas.

El pasado 25 de mayo, dio inicio este proceso con la organización Semillas de Mostaza en el municipio de San Andrés Itzapa, departamento de Chimaltenango. El primer tema abordado fue “Sexo y género”, y se contó con la participación de 17 mujeres. Continuando con el impulso, el 29 de mayo se llevó a cabo el primer taller con las mujeres de la asociación de Mujeres Ixpiyakok ADEMI, en el municipio de Tecpán, también en Chimaltenango. En esta ocasión, 16 mujeres se sumaron a este valioso espacio de aprendizaje.

Estas iniciativas marcan un hito significativo en la promoción de la autonomía y el fortalecimiento de las mujeres indígenas y mestizas en Chimaltenango. A través de la adquisición de conocimientos y habilidades, se busca brindar a estas mujeres mayores oportunidades económicas y la capacidad de tomar decisiones informadas en sus vidas.

El proyecto “Mejorar la prevención y la atención de la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas, agudizada por el covid-19, en el departamento de Chimaltenango mediante el refuerzo del CAIMUS y las capacidades comunitarias e institucionales” sigue avanzando, de la mano de nuestra contraparte, la Asociación Generando, Equidad, Liderazgo y Oportunidades (ASOGEN), y con el apoyo financiero de la AACID (Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo).

Desde el mes de marzo, el proyecto ha puesto en marcha procesos de fortalecimiento de capacidades con las comadronas del departamento de Chimaltenango, con el objetivo de reforzar su papel en la detección de la violencia en las mujeres a las cuales asisten.

Comadronas en Guatemala

Las comadronas desempeñan un papel crucial en Guatemala, ya que son las primeras en brindar atención en salud sexual y reproductiva a miles de mujeres, especialmente en las comunidades rurales. Aproximadamente, el 29% de los partos en el país son atendidos por comadronas, llegando a superar el 50% en algunos municipios. Estas cifras dan cuenta de la importancia del rol que desempeñan en la salud de las mujeres y en la vida comunitaria. Además, son articuladoras de iniciativas de salud comunitaria, aportando sus conocimientos ancestrales y su amplia experiencia en el cuidado y en la salud de las mujeres.

Dentro del marco del resultado 2 del proyecto, se está trabajando en estrecha colaboración con las comadronas para fortalecer los mecanismos de prevención, detección y atención de la violencia contra niñas, adolescentes y mujeres en los entornos socioeducativos y comunitarios de los municipios de Chimaltenango, Tecpán y San Martín Jilotepeque.

Conscientes del importante rol de las comadronas, sabemos que son aliadas fundamentales en la detección y prevención de la violencia contra mujeres y niñas. Con su conocimiento, atención y cercanía, pueden ser agentes clave para visibilizar la violencia y brindar apoyo, recursos e información a las mujeres. En este sentido, el CAIMUS (Centro de Apoyo Integral para Mujeres Sobrevivientes de Violencia) juega un papel vital, ya que es a través de esta institución que se articula el presente proyecto.

Tras este proceso, se elaborará en conjunto con las comadronas en la creación de una cartilla gráfica que les permita reconocer las señales de violencia, para así poder identificarla en las mujeres adolescentes a las que atienden, brindarles asesoramiento y derivarlas hacia el CAIMUS, donde recibirán una atención integral de calidad y calidez.

Apreciamos, reconocemos y valoramos la importancia de las comadronas en Guatemala, así como su participación activa e implicación en este proyecto en favor del derecho a vidas libres violencias para las mujeres del departamento de Chimaltenango.

El proyecto “Mejorar la prevención y la atención de la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas, agudizada por el covid-19, en el departamento de Chimaltenango mediante el refuerzo del CAIMUS y las capacidades comunitarias e institucionales” sigue avanzando en Chimaltenango con nuestra contraparte la Asociación Generando, Equidad, Liderazgo y Oportunidades (ASOGEN) y con el apoyo financiero de la AACID (Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo).

En febrero de este año, se inició el proceso de conformación y puesta en funcionamiento de una red de promotoras comunitarias para apoyar y acompañar a mujeres sobrevivientes de violencia de las comunidades pertenecientes a los municipios de intervención del proyecto. Como parte del resultado 2, la conformación de esta red se está realizando a través de un proceso de formación en prevención e identificación de la violencia en contra de niñas, adolescentes y mujeres, que tiene como objetivo el fortalecimiento de las capacidades de actores claves como forma de incrementar los mecanismos prevención y primera atención de la violencia de género en entornos comunitarios. 

Las mujeres participantes en estas formaciones fueron seleccionadas debido a su papel como lideresas comunitarias. Entre sus funciones como promotoras estarán las siguientes:

  • Acompañamiento a mujeres sobrevivientes de violencia en sus procesos de denuncia y sanación.
  • Identificación de mujeres que estén sufriendo violencia para informarles de que tienen el derecho a vivir una vida libre de violencia. 
  • Réplica de los conocimientos adquiridos durante los procesos con más mujeres de sus comunidades. 
  • Fortalecimiento de coordinaciones con instituciones y organizaciones dedicadas a velar por los derechos humanos de las mujeres. 

Como parte de estos procesos, se compartirán diferentes mecanismos de funcionamiento y estrategias para que sean aplicadas como Red, así como la creación de alianzas con instituciones públicas y otras organizaciones de la sociedad civil en el marco de la estrategia de fortalecimiento de las rutas de denuncia y apoyo a las mujeres, adolescentes y niñas sobrevivientes de violencia. 

Una de las promotoras del grupo de Tecpán destaca: 

La importancia de este tipo de capacitaciones como parte del fortalecimiento de las redes de mujeres tanto a nivel local como departamental, principalmente, debido a los altos índices de violencia en contra de mujeres, adolescentes y niñas existentes en el departamento de Chimaltenango”.

En San Martín Jilotepeque, una de las promotoras participantes en el proceso comparte su historia:

Yo soy sobreviviente y, en los momentos que estuve sufriendo violencia por parte de mi marido, me hubiera servido de mucha ayuda tener a alguna vecina o mujer de mi comunidad que me pudiera guiar e incluso acompañarme en momentos tan duros como los que pasé. No fue fácil salir de ese ciclo, ya que en mi comunidad era algo normal que el marido pegara a su mujer; por lo que, cuando denuncié a mi ex-marido, me puse prácticamente a toda la comunidad en contra; pero necesitaba hacerlo por mi y por mis hijas. Esto es lo que me motiva a formarme como promotora, para que otras mujeres no recorran solas este difícil camino de salir y vivir una vida libre de violencia”.

Estas formaciones son el resultado de coordinaciones interinstitucionales con diferentes instituciones y organizaciones de la sociedad civil, las cuales apoyaron, tanto en la disposición de espacios como en la identificación de mujeres lideresas comunitarias. En el caso de San Martín Jilotepeque, se coordinó con la municipalidad a través de la Dirección Municipal de la Mujer (DMM); en Tecpán se coordinó con la Asociación de Mujeres Ixpiyakok ADEMI; mientras que en Chimaltenango se establecieron las coordinaciones con la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI).

Además de la conformación y puesta en funcionamiento de esta Red de promotoras, en el marco del proyecto, se van a desarrollar procesos formativos con docentes y alumnado de 6 centros educativos priorizados y con comadronas pertenecientes a los municipios de Tecpán, San Martín Jilotepeque y Chimaltenango.

El proyecto “Mejorar la prevención y la atención de la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas, agudizada por el covid-19, en el departamento de Chimaltenango mediante el refuerzo del CAIMUS y las capacidades comunitarias e institucionales”  sigue avanzando en Chimaltenango con nuestra contraparte la Asociación Generando, Equidad, Liderazgo y Oportunidades (ASOGEN) y con el apoyo financiero de la AACID (Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo).

Durante el mes de enero hemos realizado encuentros estratégicos con las organizaciones integrantes de la Red de Organizaciones de Mujeres de Chimaltenango con la cuál, a través del resultado 3 del proyecto, buscamos fortalecer el tejido asociativo de las mujeres chimaltecas reforzando sus capacidades colectivas para la incidencia en favor de una vida libre de violencias para las niñas, adolescentes y mujeres del departamento.

El proceso de trabajo comenzará en febrero y trabajaremos con ellas a través del apoyo técnico especializado y una estrategia integrada en tres fases:

  • Consolidación de la estructura y creación del plan estratégico de la Red de Organizaciones de Mujeres de Chimaltenango.
  • Fortalecimiento de capacidades en materia de incidencia política en favor de los derechos humanos de niñas, adolescentes y mujeres en el departamento.
  • Asesoramiento técnico y acompañamiento especializado a la Red para la creación participativa de un instrumento clave de incidencia: la Agenda para el Desarrollo Integral de las mujeres del departamento de Chimaltenango.
  • Acompañamiento para la ejecución del plan de incidencia en diferentes territorios de las organizaciones integrantes de la Red en el departamento.

Se tratará de un proceso integral, de carácter participativo en su totalidad que tendrá una duración aproximada de 7 meses trabajando en dos sesiones mensuales para garantizar el respeto por los tiempos de las mujeres representantes de estas organizaciones, así como su óptima participación.

Es importante mencionar que la Red de Organizaciones de Mujeres de Chimaltenango trabaja de manera conjunta en el departamento desde hace más de 10 años, sin embargo cuando diagnosticamos este proyecto y en la actualidad, consideran que no habían tenido muchas oportunidades ni recursos para consolidarse y fortalecer capacidades conjuntas por lo que tienen muchas expectativas hacia este proyecto.

En palabras de las propias participantes, algunos de los logros que esperan alcanzar con este proceso son: 

“Ser una red de organizaciones de mujeres de referencia en el país centrada en los territorios y en las problemáticas generales de las mujeres, adolescentes y niñas, pero también en las particulares en nuestros contextos inmediatos”.

“Hacer las luchas por nuestros derechos acá, en nuestros territorios y descentralizarlas de la Capital, allá es importante pero acá también lo es”.

“Incidir y propiciar cambios reales en favor de los derechos de las mujeres, adolescentes y niñas”.

“Ser más fuertes ante una coyuntura desafiante y difícil para las organizaciones sociales”.

Desde ASAD, creemos profundamente en el poder de las organizaciones de mujeres como referentes de lucha por sus derechos en los países en los que trabajamos como fuerza de transformación, reconociendo sus grandes aportes en la reducción de las brechas de género. 

Asimismo, consideramos que su rol es clave en todos los países para propiciar e impulsar leyes y políticas progresistas en todos los ámbitos (comunitarios, locales, nacionales e internacionales) que permitan hacer realidad la premisa de que ninguna mujer se quede atrás.

Por ello a través de este proyecto, acompañaremos a la Red de Organizaciones de Mujeres apoyando su fortalecimiento estratégico y de sus capacidades de incidencia para contribuir a los cambios y efectos necesarios para que las mujeres, adolescente y niñas tengan vidas que merezcan la pena ser vividas en sus territorios.