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En el marco del proyecto “Mejora del desarrollo socioeconómico en 4 comunidades de la región de Bafatá”, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID) para el periodo 2022-2024, se llevó a cabo una capacitación especializada con el objetivo de fortalecer las capacidades de los agrupamientos de mujeres campesinas en Bafatá, Guinea-Bissau.


Durante los días 20 y 21 de junio, se proporcionó formación a las coordinadoras, animadores/as y técnicas agrónomas del equipo del proyecto. Estos/as profesionales serán los encargados de transmitir los conocimientos adquiridos a las mujeres de las comunidades de Lamoi, Sare Dabel, Xime y Santa Helena, ubicadas en la región de Bafatá.

Un aspecto clave del proyecto es fortalecer los agrupamientos de mujeres y el comité de gestión de cada comunidad, con el objetivo de garantizar su eficiencia, eficacia y sostenibilidad a largo plazo. Con el apoyo de socias locales, se refuerza el conocimiento en gestión interna y asociativismo de las mujeres y líderes de los agrupamientos. Además, se adapta la formación a las particularidades de cada comunidad, con enfoque de género.

También durante los meses de mayo y junio, las mujeres campesinas de los agrupamientos participaron en intercambios con otras comunidades beneficiarias del proyecto. Estas visitas permitieron compartir buenas prácticas y experiencias, fortaleciendo la colaboración y el aprendizaje entre las diferentes comunidades.

Durante las visitas a las comunidades, se tuvo la oportunidad de conocer las huertas y pozos del resto de agrupamientos implementados en el marco del proyecto. Asimismo, se llevaron a cabo reuniones y conversaciones para discutir la gestión y el funcionamiento de cada comunidad, intercambiar metodologías, y abordar desafíos y soluciones específicas. Estas reuniones fomentaron el aprendizaje mutuo, sentando las bases para el desarrollo exitoso de las actividades a nivel local.

El fortalecimiento de las capacidades de los agrupamientos de mujeres campesinas es fundamental para promover su empoderamiento, mejorar su participación en la toma de decisiones y contribuir al desarrollo sostenible. El proyecto continuará implementando acciones y brindando apoyo a estas comunidades, con el objetivo de lograr resultados positivos sostenibles en el desarrollo socioeconómico y fortalecer la equidad de género en la región.

“Las mujeres campesinas de las 4 comunidades de la región de Bafatá continúan obteniendo grandes avances en las huertas agrícolas”


En el marco del proyecto “Mejora del desarrollo socioeconómico en 4 comunidades de la región de Bafatá”, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), las mujeres campesinas han logrado una gran producción de hortalizas durante la época seca. Esto se traduce en un aumento de ingresos y en una alimentación más saludable.

Durante el primer año del proyecto, se llevó a cabo la creación de cuatro huertas comunitarias de 2 hectáreas en los sectores de Bambadinca y Contuboel por parte de las comunidades, y con el apoyo de animadores y técnicas agrónomas. Tras las primeras formaciones en agroecología y la creación de los agrupamientos de mujeres, se comenzó con la producción de hortalizas como tomate, pimiento, berenjenas y cebollas con técnicas agroecológicas que permiten cultivar alimentos de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.    

La organización de los agrupamientos a través de los comités ha sido clave para aumentar la eficacia, autonomía y capacidad de gestión de las mujeres.  Las mujeres además han recibido formación continua en alfabetización y se han realizado talleres de recursos hídricos, comercialización y transformación.

Las mujeres campesinas también han participado en mercados semanales en las zonas del proyecto, donde han comercializado sus productos. Además, estuvieron presentes en la feria agroecológica celebrada en Bisáu, en la cual intercambiaron conocimientos y experiencias con otros productores locales, además de comercializar sus productos en nuevos espacios.

¿Qué viene para el proyecto?

El proyecto también ha iniciado con la capacitación de las animadoras del proyecto en avicultura para que después formen a 20 familias de las comunidades. Estas familias recibirán apoyo en la cría de gallinas, incluyendo materiales para construir corrales, vacunas, pienso y 50 gallinas ponedoras. Esta acción generará ingresos adicionales y mejorará la seguridad alimentaria de las familias y comunidades.

El proyecto de cooperación para el desarrollo en la región de Bafatá demuestra que el fortalecimiento del papel de las mujeres campesinas en la producción agrícola no solo tiene un impacto positivo en el desarrollo socioeconómico local, sino también en la promoción de prácticas sostenibles y respetuosas con el entorno. A medida que el proyecto avanza, se espera que los logros obtenidos hasta ahora sigan consolidándose y se generen aún más oportunidades para las mujeres campesinas.

Este 8 de marzo las mujeres de Bubaque también han realizado una jornada para reivindicar los derechos de las mujeres. Las actividades comenzaron la noche del 7 de marzo con un debate en la Radio Djan Djan con cuatro mujeres asociadas en los agrupamientos de Bubaque y una representante del Observatorio de Salud. Aprovecharon el debate para anunciar las actividades programadas para el 8M y acercarse a sus compañeras de las islas para reivindicar la equidad de género.

La jornada comenzó a las 7 de la mañana con un partido de futbol entre las mujeres horticultoras de No Djunta Mon y Atingo Yacanto en el estadio de Cola de Bubaque. Inicialmente el partido iba a enfrentar a los dos agrupamientos pero en el momento de conformación de los equipos las mujeres decidieron mezclarse entre ellas.

Después del partido, algunas fueron a regar las huertas rápidamente antes de dirigirse al Liceo Subregional de Bubaque. Alli cocinaron arroz con carne y las primeras verduras recogidas por algunas de las mujeres. La fiesta en la que no faltaron la música y los bailes duró hasta el atardecer.


Desde febrero de 2019 estamos  inmersas en el proyecto “Mejora de la soberanía alimentar en la región norte de las islas Bijagós a través del empoderamiento económico y social de las mujeres campesinas”, con el que queremos hacer frente a la situación de inseguridad alimentaria que se vive en Guinea Bissau y especialmente en la región de Uno, la más castigada del país en este sentido. La agricultura no intensiva y de subsistencia sigue siendo la base de la economía del país, y está realizada casi exclusivamente por las mujeres. El proyecto plantea el empoderamiento económico y social de 8 grupos de mujeres como vía para alcanzar la soberanía alimentaria.

 

Las primeras hortalizas comienzan a brotar en las huertas de Uno y Bubaque. Cebollas, repollos, sukulbembe, col, tomate, zanahoria y berenjena son algunas de las variedades escogidas por las mujeres de los agrupamientos de Uno y Bubaque para sus primeros viveros.

Con un vallado definitivo que protege los cultivos del ganado y pozos mejorados que garantizan el regadío durante toda la campaña, las mujeres tienen la certeza que sus esfuerzos no serán en vano y se sienten más seguras en su trabajo.

Los esfuerzos de los últimos meses se aprecian ya en los canteros lineales y más eficientes que las mujeres han aprendido a construir. El apoyo de técnicos agrónomos que han venido desde otras partes del país para asesorar a las mujeres en las huertas ha contribuído a mejorar el espacio, hacer un uso eficiente de la tierra y mejorar la producción de forma ecológica . 

Teresa, miembro de uno de los agrupamientos de Uno.

La visita ha sido aprovechada para la construcción de los canteros, siembra de primeras semillas en viveros, primeros trasplantes y control de plagas de forma ecológica. Las formaciones han tenido tan buen recibimiento por parte de las mujeres que han solicitado la elaboración de un manual en el que se recoja todo lo aprendido de forma que puedan consultarlo siempre que lo necesiten.

Las tierras cedidas por el estado en las que ahora las mujeres comienzan a producir sus primeras hortalizas han tenido que ser trabajadas y preparadas para el cultivo con mucho esfuerzo físico por parte de las mujeres ante la inexistencia de maquinaria. Gracias a comunicados de radio solicitando ayuda voluntaria para la limpieza del terreno y recolecta de compost se ha impulsado el apoyo de la comunidad.

No todo el trabajo de los agrupamientos se lleva a cabo en las huertas. En unos meses las mujeres tendrán un volumen de producción que necesitará ser gestionado para el consumo y para la comercialización. Para ello contarán con formaciones en gestión y contabilidad ofrecidas por Bente, la contable financiera de ASAD. Estas formaciones serán ofrecidas en diferentes módulos que capacitarán a las mujeres del comité de gestión de cada agrupamiento para la administración de las huertas, los ingresos de la comercialización y la gestión de las cuotas.