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El proyecto “Mejorar la autonomía personal y económica de las mujeres sobrevivientes frente al impacto socioeconómico causado por el COVID-19, a través del fortalecimiento de los CAIMUS de Chimaltenango y Baja Verapaz (Rabinal)” financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID) continúa avanzando en Guatemala de la mano de nuestras dos contrapartes locales, la Asociación Generando Equidad, Liderazgo y Oportunidades (ASOGEN) y el Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM).

Durante estos meses hemos seguido avanzando en el resultado 3 del proyecto, orientado a reforzar el reconocimiento de los derechos socieoeconómicos de las mujeres y la sensibilización social e institucional sobre la violencia en contra de las mujeres en los dos departamentos de ejecución: Chimaltenango y Baja Verapaz. Algunas de las actividades y acciones relevantes que han tenido lugar en el marco de este resultado han sido las siguientes:

Divulgación

Nuestra campaña de comunicación y sensibilización creada participativamente con las titulares de derechos, responsabilidades y obligaciones sigue en línea con varios productos orientados a sensibilizar e incidir sobre los derechos socioeconómicos de las mujeres.  Asimismo, hemos movido la campaña offline por varios municipios de los dos departamentos con los materiales de visibilidad del proyecto platicando sobre la campaña, sus componentes y su finalidad en varias reuniones y encuentros con sociedad civil, titulares de derechos, responsabilidades y obligaciones a nivel municipal y departamental.

El 25 de Noviembre en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia en contra de las Mujeres, nuestra campaña estuvo presente en la marcha en el departamento de Chimaltenango y se realizaron varias actividades que contaron con la participación de más de 70 mujeres sobrevivientes de violencia, entre otras participantes. Por otro lado, en Rabinal fueron organizadas varias actividades en las que participaron más de 60 mujeres sobrevivientes de violencia. En estas actividades compartieron sus testimonios e historias de vida marcadas por la resiliencia y la lucha cotidiana por la restitución de sus derechos exponiendo sobre su participación en el proyecto y el impacto del mismo en su caminar hacia vidas libres de violencias y específicamente en la mejora de su autonomía personal y económica.

Campaña radial

Desde el mes de octubre se están emitiendo en 4 radios departamentales y locales cuñas radiales con mensajes divulgativos de la campaña que fueron definidos en la creación participativa de la campaña por las titulares de derechos participantes, las contrapartes y ASAD. Estas cuñas radiales están en idiomas español, maya-achí y maya-Kaqchiquel con la finalidad de mantener e implementar la pertenencia cultural que vertebra todo este proyecto, así como de impulsar el derecho de la población a la comunicación y de acceder a contenidos en sus propios idiomas.

En el medio radial, las mujeres sobrevivientes participantes en el proyecto han continuado participando en entrevistas en radios locales y departamentales impulsando así su derecho a la comunicación hablando en su nombre, compartiendo sus experiencias y apropiándose de los espacios de comunicación para seguir incidiendo sobre su autonomía.

Asimismo, desde mediados de noviembre se ha inaugurado en en el departamento de Chimaltenango, el programa radial del proyecto nombrado “Sí o Sí porque los derechos de las mujeres no son negociables”.  El equipo local de Chimaltenango conduce el programa cada semana y el mismo se centra en una temática relacionadas con los derechos de las mujeres en general y en particular en aspectos relevantes sobre el derecho a vidas libres de violencias. Se comunica con un lenguaje sencillo a través de varios segmentos que aportan información de utilidad y apoyo para las mujeres sensibilizando también a la comunidad y audiencia sobre la equidad y la necesidad de cambiar actitudes y estructuras para prevenir y tratar la violencia basada en género.

En los programas habitualmente participan titulares de derechos, fortaleciendo  así su acceso a la comunicación al mismo tiempo que nuestras contrapartes fortalecen sus capacidades para la divulgación.

Lanzamiento del video sistematización

A través de tres cápsula audiovisuales se recogen los intercambios interdepartamentales entre mujeres sobrevivientes de violencia participantes en las iniciativas económicas creadas y promovidas en el marco del proyecto, en las que se comunica las buenas prácticas, el impacto y las motivaciones de estas mujeres para avanzar en el ejercicio de sus derechos a través de su participación en el proyecto.

Puede encontrar estos testimonios en los siguientes enlaces:

Formaciones sobre atención de la violencia en contra de las mujeres y los derechos socioeconómicos de las mujeres sobrevivientes de violencia en los dos departamentos

A través de seis talleres en los dos departamentos que contaron con la participación de más de 90 titulares de obligaciones y responsabilidades, pertenecientes a más de 30 instituciones gubernamentales y entidades de la sociedad de obligaciones y responsabilidades e integrantes de: las Redes de Derivación municipales y departamentales de Baja Verapaz y Chimaltenango; la Comisión de Desarrollo Económico Competitividad y Empleo Digno de Baja Verapaz; la Comisión contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas del departamento de Chimaltenango. Estos talleres facilitados por las Unidades de Orientación en el ámbito Socieconómico creadas en el marco del proyecto en los dos CAIMUS participantes, permitieron a estos titulares de responsabilidades y obligaciones identificar estrategias para contribuir al ejercicio de los derechos socioeconómicos de las mujeres sobrevivientes de violencia.


El proyecto “Mejorar la autonomía personal y económica de las mujeres sobrevivientes frente al impacto socioeconómico causado por el COVID-19, a través del fortalecimiento de los CAIMUS de Chimaltenango y Baja Verapaz (Rabinal)” financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID) continúa avanzando en Guatemala de la mano de nuestras dos contrapartes locales, la Asociación Generando Equidad, Liderazgo y Oportunidades (ASOGEN) y el Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM).

Entre los meses de septiembre y octubre, hemos continuado trabajando con las titulares de derechos participantes en el resultado del proyecto destinado al impulso de la creación y la reactivación de iniciativas económicas propiedad de mujeres sobrevivientes de violencia en los dos departamentos de intervención. En específico,en esta tercera fase, desde el proyecto se han equipado a las iniciativas ecónomicas para generar ingresos que impacten en su autonomía personal y económica. 

Los aportes de equipamientos realizados por el proyecto estuvieron marcados por los planes de negocio personalizados para cada una de las iniciativas económicas, las cuáles fueron elaborados con asesoramiento especializado y en conjunto con las mujeres sobrevivientes propietarias, marcando una hoja de ruta consensuada para orientar sus actividades económicas hacia la generación de ingresos en base a sus deseos, prioridades y necesidades.  A partir de esta dotación de equipamientos, se inicia oficialmente el seguimiento de la implementación de estas iniciativas económicas con instrumentos como los libros de cuentas, que las mujeres sobrevivientes de violencia propietarias han aprendido a utilizar y de los que se han apropiado. Así mismo, mensualmente, las mujeres propietarias son visitadas por los equipos locales de los proyectos para monitorear los avances, así como para estar acompañadas en su camino hacia la mejora de su autonomía.

Es importante señalar que, aunque los procesos formativos con ellas que fueron facilitados en el marco del proyecto, ya han finalizado en ambos territorios, las participantes han solicitado al proyecto poder seguir reuniéndose de manera colectiva mensualmente en los dos CAIMUS de intervención con los equipos locales del proyecto para poder seguir compartiendo con sus compañeras y con las profesionales con las que han emprendido este proceso hace más de un año. Desde el proyecto hemos observado y sido partícipes de como estos encuentros mensuales se han convertido en la materialización de redes de apoyo con las que antes estas mujeres no contaban, ya que son espacios en los que comparten sus dificultades y logros, buscan el consejo y el apoyo de las demás para mejorar su autonomía y tomar decisiones sobre sus vidas.

Hasta el momento, las 30 iniciativas económicas ya están generando ingresos a sus propietarias y todas ellas tienen el control sobre los mismos y están tomando decisiones sobre ellos individualmente o con el asesoramiento y consejos de sus compañeras, aspectos que resultan fundamentales para el logro y la mejora de la autonomía: la agencia y control de los recursos. Además de ello, estas mujeres están participando también en la economía local. Por otro lado, con la campaña de sensibilización y comunicación por los derechos socioeconómicos, creada participativamente y ejecutada en el marco del proyecto, en la que las protagonistas han sido entre otras, ellas mismas, están comenzando a lograr el reconocimiento social y comunitario que antes les fue negado.

Durante estos meses, también el trabajo en las Unidades de Orientación en el Ámbito Socioeconómico creadas en el marco de este proyecto en los dos CAIMUS participantes ha seguido siendo incesante. En primer lugar, varias mujeres asesoradas y acompañadas por la Unidad de Baja Verapaz se han graduado de sus estudios básicos y bachillerato a través de programas de educación para adultos a los que accedieron y en los que permanecieron hasta finalizar con la intermediación, apoyo, asesoramiento y acompañamiento del personal técnico del proyecto de esta Unidad. Otras mujeres sobrevivientes atendidas también en esta Unidad han completado procesos de capacitación técnica en artesanía.

En segundo lugar, en la Unidad establecida en el CAIMUS de Chimaltenango, varias mujeres sobrevivientes han accedido a la bolsa de empleo del Ministerio de Trabajo y han vuelto a entrar en un proceso de búsqueda activa de empleo con el asesoramiento y el acompañamiento del personal técnico del proyecto. Además, algunas han accedido al primer empleo de sus vidas o después de varios años tras haber estado alejadas de este propósito por la violencia y/o las consecuencias de la violencia sufridas. Cabe mencionar que el acceso al empleo formal continúa siendo un reto en Guatemala y específicamente en los departamentos de intervención donde alrededor de un 60-70% de la población vive en condiciones de pobreza o pobreza extrema con pocas alternativas de acceder a empleos en el que se respeten sus derechos humanos y laborales.

Por último, destacar la importancia de las acciones realizadas dentro del proyecto, ya que según la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos 2021 (ENEI), del Instituto Nacional de Estadística (INE), la Tasa Global de Participación es de 85.6% para hombres y 43.3% en mujeres con una brecha salarial del 12% entre hombres y mujeres; sin importar el nivel educativo, los hombres perciben mayores ingresos que las mujeres según señala ONU Mujeres en Guatemala. Además de ello, el acceso a un empleo formal no garantiza condiciones dignas para las mujeres en Guatemala debido a que el salario mínimo está por debajo del valor de la canasta básica y a que no existen políticas públicas ni servicios sociales básicos que permitan la conciliación de la vida laboral y familiar en un país en el que más del 25% de las mujeres tienen que ocuparse económicamente y a nivel de cuidados de la totalidad de sus hogares, siendo especialmente frecuente esta situación en las mujeres sobrevivientes de violencia con las que trabajamos.