Equidad de género

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El género (constructo social, histórico y cultural creado para referirnos a las formas de ser hombre –masculinidad- y ser mujer –feminidad- en cada sociedad) se configura como una categoría de análisis, un criterio para comprender cómo se organiza la sociedad en función de las relaciones de poder que son jerárquicas, es decir, donde el hombre se sitúa por encima de la mujer. Las consecuencias de este sistema son diversas y se materializan en las diferentes formas de violencia (directa, cultural y estructural) hacia las mujeres y hacia géneros y sexualidades no normativas.

En ASAD hemos ido integrando la perspectiva de género a medida que hemos ido desarrollado el trabajo, fruto de la reflexión sobre el impacto de los proyectos y la colaboración con otras entidades con más experiencia. El enfoque de género se materializó por primera vez en el proyecto financiado por AECID en 2010 en el que se incluyó un diagnóstico de género viendo la necesidad de ir más allá de segregar los datos por sexo en la elaboración de la línea de base o asegurar la participación de las mujeres en nuestros proyectos en un 50%.

Además de un estudio sobre el propio trabajo de ASAD en esta perspectiva, este proceso de reflexión y aprendizaje ayudó a establecer las fortalezas, amenazas y oportunidades para apropiarse del enfoque de género en la implementación de este proyecto.

El aprendizaje adquirido desde entonces, y siempre en proceso, se vuelca en los proyectos posteriores tanto de cooperación como de educación para el desarrollo, profundizando continuamente en la apropiación de la perspectiva de género con la incorporación de la sistematización desde y con dicha perspectiva.

Con nuestra intervención pretendemos contribuir a revertir la situación de desigualdad en la que se encuentran las mujeres y corregir comportamientos, imaginarios y discursos que legitimizan esta discriminación. Lo hacemos principalmente a través de:

  • Talleres de género dirigido a sensibilizar a la población en los roles de género y la desigualdad que generan.
  • Identificar los comportamientos que se atribuyen a cada género, rescatar aquellas habilidades que facilitan y hacen más justa la convivencia y consecución de las necesidades básicas, así como denunciar aquellas actitudes y estructuras de corte sexista que generan desigualdad y violencia
  • Visibilizar que la sociedad está organizada simbólica y materialmente para reproducir la desigualdad de género, señalando que muchas de esas prácticas sociales discriminatorias permanecen lo suficientemente invisibles como para que no tengamos conciencia de ellas.
  • Incorporación de las mujeres en todas las esferas, como por ejemplo, en los comités de toma de decisión, programación y gestión de las radios comunitarias que hemos creado y fortalecido, así como el centro multimedia comunitario.

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