En Bocagrande – Tumaco, departamento de Nariño, suroccidente de Colombia, la Asociación María del Mar, conformada en su mayoría, por mujeres, fortalece sus capacidades en el área de Desarrollo Empresarial; asociadas y trabajadores del hospedaje, hacen cuenta de sus labores y actividades para ofrecer la estadía en una de las playas más fascinantes de la costa pacífica nariñense.

La comunidad beneficiaria, la Asociación María del Mar, desarrolla la iniciativa de ofrecer hospedaje, en cabañas ubicadas entre el manglar  y la playa, a turistas que buscan un refugio al vaivén de las olas o desean desconectarse de lo mundano. Los emprendedores tienen definido lo que desean, ofrecer una ruta completa, que incluya el servicio de transporte, restaurante y estadía e ir complementando las actividades conforme su iniciativa va desenvolviéndose, sin embargo es fundamental que haya claridad para determinar los precios de los productos y servicios ofrecidos, y a quienes se van a ofrecer, de aquí la importancia del fortalecimiento de sus capacidades en desarrollo empresarial.

Hay muchas historias que se tejen alrededor de este emprendimiento de turismo sostenible, las cabañas de María del Mar, tienen la particularidad que se trastean al ritmo de las olas, por ejemplo, la última cabaña terminó de construirse en diciembre de 2022 y en septiembre de 2023, el mar se llevó las escaleras que permitían el ingreso a ésta, por eso fue necesario reubicar las cabañas a unos 100 metros de donde encontraban.

La formación en desarrollo empresarial tiene mayor impacto, cuando los emprendedores hacen el ejercicio sobre el valor de sus servicios y productos, el cuestionamiento implica el reconocimiento de todas las labores realizadas, y si el turismo sostenible implica unas responsabilidades con el ecosistema también debe proveer a quienes lo gestionan, para generar una ruta que minimice el impacto de cualquier actividad.

“Nosotras no habíamos calculado los pagos de servicios, ni habíamos previsto todo lo que hemos gastado en reubicar las cabañas y el salón”, afirmó Cecilia Palacios Murillo, asociada de María del Mar.

Esta tarea de emprender necesita definir costos y gastos, cuantificar, saber que todo suma, y así mismo, buscar alternativas, que promocionen y desliguen el cobro de los servicios del valor que cobra la competencia, que el consumidor quede satisfecho por el valor agregado de los servicios que recibe y el emprendimiento le apueste a nuevos clientes que puedan dar sostenibilidad y desarrollo a su iniciativa, por eso es fundamental organizar los servicios, crear la ruta y que el beneficio llegue a cada uno de los que participan.

Doña Policarpa Murillo también asociada, manifestó, “todo va con el mar, ahora estamos pensando cómo sacar el techo del salón para llevarlo a donde se construye el nuevo restaurante”, así se aprovecha una parte de los materiales, “hay que ver cómo hacer para no desperdiciar, habíamos acabado de desbaratar el salón de allá, y con este salón nuevo y las cabañas se podía ofrecer servicio, pero vino el mar y se las llevó, ahora quedamos sólo con el salón, pero ya sin escaleras y una cabaña, las otras casetas esperamos terminarlas pronto”.

Por eso la gente en Bocagrande está trabajando a contratiempo, falta poco para terminar la obra, la intención es dar apertura total a los servicios para los carnavales de febrero en Tumaco y que los turistas puedan disfrutar de la nueva playa.

En el marco del proyecto Turismo Comunitario y Comunicación Social: Oportunidades de emprendimiento para jóvenes en Nariño, que es ejecutado conjuntamente por la Asociación Solidaria Andaluza de Desarrollo: ASAD y la Agencia para el Desarrollo Local: ADEL – Nariño, con el apoyo financiero de la Diputación de Granada.